La Oficina Nacional de Estadística (ONS) ha confirmado que la migración neta se redujo casi a la mitad en 2024. Concretamente, de 860.000 en 2023, se desplomó a 431.000 en el año siguiente. En particular, este descenso marca las iniciativas del gobierno para frenar la inmigración, especialmente a través de las vías del visado de estudios y de trabajo.
La migración neta al Reino Unido se reduce a la mitad
Significativamente, las concesiones de visados de trabajo descendieron en 108.000, mientras que las dependientes de estudiantes se redujeron en 105.000. Por primera vez en tres años, las cifras totales de inmigración cayeron por debajo de un millón.
Mientras tanto, la emigración aumentó ligeramente, volviendo a los niveles anteriores a la pandemia. En particular, muchos de los que se marchan habían llegado originalmente por la vía de los estudios. En cambio, ahora llegan menos personas por vías educativas o laborales. Esto marca un cambio drástico en las cifras de migración neta.
Política de migración neta en vigor
En general, este descenso de la migración neta es consecuencia de las estrictas políticas de inmigración que el gobierno conservador introdujo a principios de 2024. En concreto, elevaron los umbrales salariales para los visados de trabajo cualificado y endurecieron las normas para los estudiantes y los cuidadores dependientes.
Además, la renovación de visados se hizo más restrictiva en varias categorías. Tras su toma de posesión, el gobierno laborista del primer ministro Keir Starmer mantuvo estas medidas. Además, anunciaron nuevos límites y mayores requisitos de inglés para los futuros solicitantes.
Las reacciones políticas varían
Como era de esperar, el descenso de la migración neta suscitó un debate político. De hecho, los ministros laboristas afirman que las cifras demuestran su compromiso de controlar las fronteras del Reino Unido. Sin embargo, los conservadores sostienen que la caída demuestra que su estrategia anterior estaba funcionando.
Al mismo tiempo, Reform UK y otros grupos de derechas siguen presionando para que se reduzca aún más la inmigración. En general, la preocupación pública por la inmigración sigue siendo alta, especialmente en lo que respecta a la presión sobre la vivienda y la asistencia sanitaria.
Efectos a debate
La fuerte caída de la migración neta puede afectar a la economía de formas inesperadas. Aunque el descenso afecta principalmente a los estudiantes y a los trabajadores con salarios más bajos, algunos sectores pueden tener dificultades para cubrir puestos clave.
Por ejemplo, la sanidad y la educación dependen en gran medida de la mano de obra extranjera. Mientras tanto, las universidades también advierten de la escasez de fondos debido al descenso del número de estudiantes internacionales.
Aun así, algunos expertos restan importancia al impacto de los cambios políticos. Madeleine Sumption, del Observatorio de la Migración de Oxford, afirma que la reducción no perjudicará mucho a la economía. Según ella, la mayor parte de la reducción afecta a emigrantes temporales o con bajos ingresos. No obstante, las empresas advierten de la escasez a largo plazo si las políticas siguen siendo tan estrictas.
Perspectivas de la inmigración neta en el Reino Unido
De cara al futuro, el gobierno tiene previsto reducir aún más la migración neta. Los ministros afirman que los próximos cambios en los visados reducirán las cifras en otras 300.000 personas al año. Mientras tanto, continúan los debates sobre cómo equilibrar el control de la inmigración con las necesidades económicas.
En vísperas de las próximas elecciones, la inmigración sigue siendo una de las principales preocupaciones de muchos votantes. Está claro que la inmigración seguirá estando en el centro de la vida política del Reino Unido en 2025.
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